28 junio 2012

Sonriendo

Escribamos sobre la risa, la risa y su poder, o la sonrisa y el efecto que tiene ella, hablemos de lo bien que se siente y de lo fácil que suele ser, de lo que logramos cuando sonreímos y de lo que podemos conseguir al hacer sonreír.

Escribamos de lo bien que nos vemos cuando llevamos una sonrisa en el rostro, de lo fácil que se lleva el día cuando no paramos de reír y de lo que podemos conseguir cuando sonreímos, hablemos de tu risa y de lo bien que se ve en ti, hablemos que cuando hablamos de ti es para verte sonreír, vayamos a sonreír. 

27 junio 2012

Dejemos de hablar

Estas parado junto a nada, sin poder moverte, sin querer si quiera caminar; es como cuando miras a un sólo lugar y hay muchas personas, todos caminan, todos tienen prisa, todos esperan algo o a alguien, algunos olvidan y otros como yo y como hoy, simplemente nos dedicamos observar y a seguir parados en el mismo lugar; pero yo sólo caminaba hacia un solo lugar, como si nada mas importara, como si fuera lo único que valía en ese lugar y no habían mas personas a mi alrededor, pero dejemos de pensar en mí, dejemos de hablar de lo bien que me veo de pie y de lo poco que me importa lo demás y miremos a otro lado y ahí esta ella, justo cuando me detuve la vi, sólo para acercarme y pedirle que camine junto a mi.

Contando historias


Pasas por un lugar que antes no tenía significado para ti, pero que ahora tiene sentido y que hoy se ha convertido en uno de los mejores significados. Ese lugar que tiene un secreto y que en secreto se quedará, que muchas veces las paredes fueron cómplices y el suelo fue testigo y que como testigo se quedará.

Regresemos, para pasar por ese lugar que hoy trae sólo recuerdos que en secreto tienen que estar, y que hoy no serán mas que cosas que olvidar. Regresemos, volvamos y quedémonos a observar, es el mismo lugar sólo que hoy tiene un historia que contar.

26 junio 2012

Luna lunera

Ese lunar que tienes justo arriba de tu labio, que me hace verlo mientras hablas, que no me deja poner atención a ni una de tus palabras y que me hace imaginarte junto a mí. Ese lunar que me hace recordarte mientras camino, que no me deja perderte en ni un sentido, que trae consigo el recuerdo de tu sonrisa y que imagino que espera ver la mía. Ese lunar que merece ser visto, que me entretiene mientras te miro y que hoy lo compartes conmigo, ese lunar que tienes justo arriba de tu labio.

Pensando en ella



Si me pongo a recordar las cosas que hicimos juntos me sobran dedos de la mano, no eras mío, no lo fuiste y hoy entiendo, nunca lo serás. Entonces pensemos en ella y en lo feliz que es al contar, seguro y necesita las estrellas para que le alcance, o más aún la arena que esta junto al mar, donde la llevas cuando la besas o cuando te acercas sin hablar.




Pensemos en ella y olvidémonos de lo demás, pensemos que cuando ella es feliz yo sólo me dedico a contar, que suerte tiene ella que no tiene que esperar doce horas para verte, ella que solo necesita abrir sus ojos para tenerte, que no pasa noches de frío porque tu eres quien la abriga, que suerte que enjabonas su espalda y que le hablas; que suerte tengo yo que soy la que escribe y no la que ama.

No tiene nombre


EL tiempo corriendo, no entiende de esperar, simplemente hace su trabajo, tiene que avanzar, y yo que he aprendido que las cosas son momentáneas, que el tiempo se va y que el minuto se lo aprovecha, y mas si se trata de él; del tiempo y de él. Cuando las cosas comienzan a prisa, así también se van, he aprendido que tengo que disfrutar el momento que tengo con una persona, ese café que fue excusa, o ese instante a solos que ya no habían palabras que decir, he aprendido que si caminamos tardamos más tiempo y que muchas veces es la mejor manera de aprovechar el momento, y así lo hice y así acabó.

No importaba lo que podía llegar a pasar, ni que tan lejos podíamos llegar, ni el tiempo, ni el espacio, ni el momento en que podíamos vernos, o lo que tardes en caminar, sólo estaban las ganas, las ganas y él para quitármelas.

20 junio 2012

La que sigue

Te detienes y te das cuenta que esto empezó antes de lo que imaginabas, que para ese entonces ya existían miradas cruzadas, que habían sonrisas exageradas y que sólo bastaba con un paso hacia él, o en este caso hacia ella que no paraba de sonreír. 

Era como si al sonreír lo dijera todo, como si sabía que podía entender esa sonrisa o al menos fingir una respuesta, para que ella sólo siga sonriendo. Dejas que las cosas tomen el tiempo necesario, que las sonrisas sean las que decidan cuando avanzar y que las miradas no esperen otra cosa mas que una señal, y sigues, como si fuera la única forma de continuar.






Te detienes por un momento para ver a tu alrededor, para ver que se quedó atrás y para darte cuenta que las cosas pasaron mucho antes de lo que esperabas, que las cosas pasaron muy de prisa y así mismo se irán, mientras tanto siguen las sonrisas que nadie sabe a donde llevarán. Siguen los encuentros inesperados y las miradas a distancia, siguen los abrazos que no se dieron y los besos que están esperando, y sigue ella. 
Ella sonriendo.



11 junio 2012

Olvidando

Vamos a reconocer que se equivocó, que pensó que arreglaría las cosas con una verdad que encerraba una mentira, imaginemos que ella quería que él la perdone y que las cosas volverían como antes, o aún mejor que existiría mas confianza entre los dos, que la verdad siempre es mejor dicen, que cuando comienzas con una mentira se forma una cadena que no se sabe cuando terminará y que hasta hoy no se sabrá.


Pero ella no puede dormir, apenas y prueba su comida, y cuando sonríe lo hace porque imagina que él esta viéndola y a ella sólo le importa recuperarlo, se equivocó, confundió las cosas y ahora tiene que afrontar las consecuencias de su acto, y tiene que sonreír no por ella, ni por él, sino porque nadie tiene que ver su cara de dolor. Tuve un él que lo hacía feliz, y a mi me hacía feliz verlo.

Cruzando fronteras

Tuve un amor que cruzaba fronteras para ver mis grandes ojos, que dejaba cuadernos viejos y traía consigo retratos nuevos sólo para sentarse a escucharme hablar, tuve un amor que era alegre como cuando sonreía sin razón alguna, que lo esperaba todo y todo lo conseguía.

Tuve un amor que no le importaba mi forma de hablar y que sonreía cuando me escuchaba cantar, que sonreía solo porque yo estaba cerca y que se inventaba canciones para verme bailar, un amor que me lo decía todo y todo le creía.

Tuve un amor que me imaginaba en su vida, que no tenía límites para soñar y que por él empecé a soñar y ponerle apellido a las cosas, tuve un amor que me hacía escribir y leer todo el tiempo, que me enseñó que las cosas toman su tiempo y que le enseñé que estaba bien descansar por un tiempo.

Tuve un amor que cruzaba fronteras y cruzó y se perdió al regresar.

Marea

No sabía que tenía que venir al mundo, no sabía que su nombre ya había sido escogido aún sin que la conocieran, que ya se la había soñado corriendo por un abrazo y jugando con el viento.

No sabía que era deseada, que esperaban conocerla y que sus apellidos se estaban encontrando, como todo lo que empieza con un sueño y acaba con un despertar. No sabía que sería difícil venir al mundo, que tendría que esperar que dos personas tomaran decisiones y que ni siquiera tenía la oportunidad de luchar.

Tiene que esperar que estas dos personas decidan traerla al mundo, decidan amarla lo suficiente como para lograr que ella los conozca y los ame.

Marea, así se llama.