26 diciembre 2013

La Navidad y todo lo demás

Hola, ¿Cómo va pasando el día? 
Buenas noches para mi, buenos días para ti. 
Aún no me lo creo que viviendo en un mismo mundo tengamos tantos mundos dentro con horarios cambiados y climas espontáneos, pero ¿de eso se trata no? De vivir en un mundo con personas que son un mundo diferente.
¿Qué tal la Navidad? Que rápido pasa todo, que rápido se me ha ido el tiempo y que ganas de que vaya mas a prisa. 
¿Cómo están todos? ¿Y tu? Cuéntame un poquito.
Tengo detalles para ti, para ambos, espero te gustará, espero.
PD: Un abrazo cálido, de esos que damos los latinos

17 diciembre 2013

La ceguera


Laura tiene problema de vista mamá, y el doctor ha dicho que no hay cura para su problema
- ¿Qué mas dijo el doctor? - Preguntó la mamá un poco angustiada
- Dice que es contagioso, recomendó que la dejemos sola.
Laura aunque tenga a su enemigo frente, no lo ve.

Sus brazos

Una vez tomé una fotografía mientras conversábamos de algo sin tanta importancia, luego un par de besos y abrazos. Soy de la idea que una fotografía congela un momento para siempre, y que de cierta manera congela el presente. Ese día después de muchas sonrisas él me abrazó. Mi mundo se detuvo.

Puede que una fotografía congele el momento, pero un abrazo detiene el tiempo y tengo miedo no tener mi máquina para detener el tiempo cuando no tiene otro afán que pasar a prisa pisándome  y dejándome sola. Hoy, sin miedo puedo decir que sus brazos fueron el mejor lugar para huir de todo, incluso de mi.


16 diciembre 2013

No hay vuelto

Sé que el cambio es inevitable, pero ¿y si no quiero cambiar? ¿y si me gusta mi vida exactamente como está?, ¿y si me gusto yo como me siento y me veo? no es fácil continuar con una herida, son trampas que la vida nos tiene y por las que tenemos que pasar, ya depende de cada uno como viva esa etapa de su vida. Pero yo no quiero un cambio, quiero levantar el pie y seguir, sonriendo como me conoció, esa es la mejor manera que me enseñaron a ganar.

Esto de los hombres y mujeres

Esto de los hombres, mujeres, que hoy si, mañana no se sabe y lo difícil que son las mujeres y lo misterioso que pueden ser los hombres. Esto hace que el mundo invente a personas capacitadas para resolver conflictos entre personas que no están capacitadas, pero si me lo preguntan creo que todo iría mejor, si entendiéramos que los hombres también lloran y que una mujer puede comerse una pizza familiar. 

Lágrimas para crecer

Vamos creciendo,
vamos que para atrás
no se puede mirar

Una vez mamá me dijo que era necesario que caigan lágrimas en mi rostro para que pueda crecer, nunca entendí, hasta hoy no lo entiendo. ¿Lágrimas? Siempre me pareció que era tan feo crecer, tenía cuestionamiento sobre si al hacer llorar a alguien yo ayudaría a que esta persona llegue a cierto grado de madurez, y que a su vez pueda entender y ver las cosas desde otras perspectivas. Lo intenté varias veces, mi intención no siempre fue buena, pero estoy segura que los ayudé a llegar a cierto nivel de madurez. Me encantaría que mamá me diga eso de nuevo, no es que quiera llorar, quiero lograr que alguien más lo haga, ya saben por eso de madurar, otra vez.

11 diciembre 2013

Pintando

Por alguna extraña razón siento que he dejado de hacer cosas que realmente me hacían sentir viva, pintar por ejemplo. Lo hago, no con frecuencia y no entiendo por que. Que va, si entiendo y lo sé, tengo miedo que no me guste lo que pinte, no porque lo haga feo, sino porque tengo miedo descubrir lo que siento, me pasa cuando escribo. Por ejemplo mis viejos, no hablo de mis padres. Hace un año daba clases de arte en un asilo, que emoción ensuciarme las manos y por que no decir que tener coraje de vez en cuando, por ellos, por mi y por sus cabecitas tercas que al final del día controlaba con un "Muy bien Don Julio" "Esta hermoso Teresita"y unas cuantas risas entre colegas, y uno que otro paso de baile antes de ir a clases. Que arte.

Mis niños, el orfanato donde trabajaba dejó de funcionar por falta de seguridad y otros detalles como camas dañadas, maestros ausentes, falta de higiene, tengo una lista. Pero quería lograr algo en ese lugar, corté mi manos y un par de uñas, limpié baños con la mano, saqué telaraña con mi brazo y cambié pañales en el piso, nada se compara con lo que ellos me dieron a mi. Cuando cerraron el orfanato, los separaron y les perdí el rastro, hasta hoy sigo pensando que otro pudo ser el final, sin embargo yo llevo el corazón alegre con sus sonrisas y un par de fotografías.

Lo único que me queda y no pienso renunciar es la fundación en la que estoy desde los 14 años, niños con capacidades diferentes los llaman, porque según las leyes y otros rollos esa es la manera correcta, por eso de que se ofendan o no. No lo creo, menos si los llaman así y tienen una mirada de miedo y mierda en el corazón. Para mí son niños especiales y yo me convierto en uno de ellos cuando los veo, porque me hacen sentir así, especial. Pueden con tan sólo una mirada de lejos hacer que me quite los tacones y corra a abrazarlos, que energía y ganas de vivir, nunca los dejaría aunque sé que por sus enfermedades ellos lo harán primero.

Y voy de nuevo, sin mucho que realmente tenga sentido, pero me dejo leer y escribir, me dejo algunos amigos que hacen que los días se pongan de color, sin mal interpretar el blanco y negro me encanta, pero hay que admitir que con sus estilos, sentidos de humor y demás ponen más que mis días de colores, queda mi familia que me estremece de coraje y risas y queda él que no tengo idea a donde va, menos si quiere mi compañía, pero ahí está sin preguntas, y yo que no dudo en conseguir momentos a su lado.

A seguir pintando, manejar en tráfico y escuchar música cuando alguna palabra obsoleta quiere irrumpir nuestra odisea, a caminar y correr cuando se precisa pensar y a soñar con los ojos cerrados y una que otra vez abiertos, que funciona.



Pintando desde 1990

10 diciembre 2013

Miedo

Miedo, una emoción que no a todos les gusta demostrar, de hecho soy parte de ese "todo" que no precisamente demuestra cuando tiene miedo, pero también entiendo que es una emoción caracterizada por una sensación intensa, que a propósito o no, muchas en su mayoría de veces tiene que ver con uno mismo, por ejemplo la salud. No me preocupa tener miedo en estos momentos, me siento vulnerable, algo nuevo para mi, no lo crean, tampoco me dejaré dañar fácilmente por algún comentario negativo o un abrazo no dado, sólo que se siente bien tener las emociones a flor de piel, palparlas y llorar si es preciso hacerlo. Y sí, es preciso.

¿Ansiedad? Puede ser, por el momento sólo muerdo mis uñas y labios, sonrío     
–aprieto los labios y hago una mueca- pero me alimento con regularidad y tomo café como es costumbre, todo igual. Volviendo al miedo, no considero que me haga débil, esto me hace fuerte,  me hace querer vivir, tomar decisiones con la cabeza revuelta pero que al final de eso se trata, miedo. A pesar de lo sincera que estoy siendo conmigo, este miedo es provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente o futuro, pero percepción al final. Y en cuanto a llorar o no eso déjenlo a mí, llorar no significa que no sea valiente, si me permiten aseverar puedo decir que hoy llorar significa tener miedo, y que está bien tenerlo.

09 diciembre 2013

Vueltas hasta caer



Cuando te vi acostado en el césped con los ojos cerrados supe que tenía que decirlo y que ese era el momento preciso para hacerlo, con temor y algo inquieta me acerque a tus labios para abrir tus ojos con un beso, me sorprendiste al abrirlos. 

Recuerdo ese día, me miraste como si supieras lo que iba a pasar, era de suponerse por mi forma de actuar, sin miedo me acosté a tu lado y te abracé esperando que hagas lo mismo sin pronunciar palabra alguna. Me sorprendiste de nuevo, preguntaste que hacía ahí. Por un momento dudé y estuve a punto de levantarme sin decirte nada, mordiendo mis labios dejé rodar un lágrima que no necesariamente fue de dolor, sin miedo a lo que podía causar en ese preciso momento te lo dije, te besé y me fui.

Me levanté y salí como quien tenía que llegar a prisa a otro lugar, caminé descalza con las sandalias en la mano ¿Lo recuerdas?, me miraste de lejos sin siquiera ponerte de pie, creo que te lastimé. Pensé en aquel beso egoísta que te di, fue un gesto de agradecimiento por todo lo que habías hecho, sonreí y corrí hasta no sentir mis pies, y giré, como una niña que estaba siendo liberada, giré como si de eso dependía mi felicidad, giré y giré, di muchas vueltas hasta caer.

A pesar de lo que sentía por ti, y lo que hiciste por mi, no podía seguir a tu lado, no podía dejar mi libertad para atarme a alguien que me asfixiaba, egoísta o no, decirte lo que realmente quería era lo mejor para ambos. 


Siento lo que sentí ese día, pero en realidad gané, porque tengo un hermoso recuerdo y mi libertad para seguir corriendo sin zapatos, y las ganas de dar vueltas hasta caer.

04 diciembre 2013

Yann Tiersen

Este tipo es alucinante, Yann Tiersen compositor francés de 43 años, mi favorito y con el que he aprendido a distanciar mis emociones de la realidad, por pequeños momentos en que me desnudo y me echo a la cama a escucharlo y sentir cada uno de sus dedos en sus instrumentos, tal cual y como siento al escribir.

Les comparto
http://www.youtube.com/watch?v=a0SdZa5e4AM

La respuesta

Una de las peores sensaciones es cuando recibes una respuesta que no pensabas oír, de ahí parte la idea que todos pensamos de distinta manera, y que a su vez respondemos de acuerdo a la situación y odio admitirlo pero el estado emocional también influye en la respuesta. Nunca le he temido a la verdad, pero si he pensado que a veces es mejor no enterarse de ciertas cosas, por el bien de las personas que están envueltas en esa situación. Sin embargo considero que hacer eso es un arma de doble filo, lo he hecho y me lo han hecho, aprendí.

Eso, mi peor sensación, recibir una respuesta que no pensaba oír, menos de esa persona y menos ahora. A veces tardamos en entender que realmente no nos conocemos, hoy por ejemplo lo he entendido.

01 diciembre 2013

Recuerdo

Nos miramos y con la boca cerrada nos quitamos la ropa, 
nos quedamos de lejos viéndonos con intención y sonreí. 
Me vio y no pudo evitarlo, sonrió.
Nos acercamos un poco más, juro que di el primer paso, 
no pude contenerme, él miraba mi cuerpo desnudo, 
mordía sus labios y yo los míos. 
Caminé y con ojos cerrados nos besamos. 
Después de ese beso, les dejo a su imaginación, 
sólo recuerdo que nos besamos hasta el recuerdo 
y que hasta el día de hoy, lo seguimos haciendo.