Mi lector

Cuando me leen piensan que se trata de mi, que he vivido cada historia escrita. No están del todo equivocados, cada historia la viví, la sentí, la pensé e imaginé de diferentes maneras. Sí, he vivido cada historia escrita, pero no es sobre mí. Es sobre ustedes.

Mañana

Siempre he creído en las personas, a pesar del recelo que pueden causarme por alguna disimilitud que encuentre, creo que hay una esencia que es necesaria compartirla y a su vez estar receptivos. Y creo en las historias que creamos con cada persona que dejamos que entre en nuestro espacio, que muchas veces está protegido por una excusa de no sentir la necesidad de relacionarnos. A veces ocurre tan de pronto, con una levantada de cejas que no fue nada mas que un simple saludo de lejos o cuatro años de compartir, leer los mismos libros y al final recibir un título. De cualquier modo, en cualquier situación y de las mil y un formas creo que se construye historias. Tú por ejemplo eres una de las mejores. 

Fue un impulso

Le pareció que recién acaba de dormirse cuando ese ruido la despertó. Debió haber sido fuerte, porque ella tenía el sueño pesado. Se incorporó apoyándose en un brazo y esperó. No se escuchaba nada. Pensó que podía ser el viento nuevamente, y que como se había acostado asustada, la despertó.

La noche estaba oscura, se acomodó para seguir durmiendo cuando la distrajo un horrible olor, quiso encender la luz pero no podía encontrar en interruptor, hasta que en uno de esos movimientos que hacía con la mano lo tocó, pero la luz no encendía. Rápidamente se sentó en la cama, ahora el olor era más fuerte, pudo reconocer que era excremento de animal, su rostro se desfiguró por la mueca de asco que hizo y tapó su nariz de una forma exagerada.

Un escalofrío recorrió por todo su cuerpo, sus manos comenzaron a sudar y pasaban por su cabeza muchas ideas, de pronto solo podía imaginar que algo malo le podría suceder, el olor tan intenso no la dejaba pensar. Se levantó de la cama y se acercó a la ventana para ver si podía ver algo, pero la noche estaba sin luna y apenas podía ver los postes de luz a lo lejos. Recordó aquella lámpara vieja que estaba en su armario, despacio y en puntillas como evitando ser descubierta se dirigió a éste, tomó la lámpara y la encendió.

Comenzó a temblar y a pestañar, mordía sus labios mientras su mano temblorosa sostenía la lámpara, con mucho cuidado se acercó y pudo ver a un mono herido en el patio de su casa, el piso estaba lleno de sangre y de excremento, muy asustada retrocedió y tomó una pala, y se detuvo justo en el momento en que pensaba lastimar al mono -Todo lo que quería era una vida tranquila, alejada del resto- dejó la pala a un lado y se acercó para tocar al mono.

Mientras se sentó frente al animal recordó la mañana helada que encontró a Manuel; un bebé abandonado entre arbustos. Lo tomó entre sus brazos y lo amó como si fuera su hijo, aquel que había perdido días atrás. Lo recordó, la mona estaba pariendo en el patio de su casa.

Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras miraba como el animal luchaba por salvar a su cría, corrió por unas sábanas y toallas limpias; regresó y logró auxiliar a la cría, pero en cuanto la tuvo en sus brazos la mona herida murió. En ese momento no podía pensar, sólo comenzó a actuar por instinto. Acercó la cría a su pecho y lo alimentó.

Aún no logro descifrar por qué esa noche cambió mi vida, pero recuerdo a la mona con sus ojos llenos de lágrimas mientras veía como esa madre se hacía cargo de su cría. Hoy camino a casa encontré un cachorro, lo llevé a casa junto con los otros tres que tengo.

Escribo como si te supiera

Buenas tardes, pasaba por aqui para decirte que tengo mucho calor, que el sol esta justo de mi lado izquierdo burlándose de mi, que llevo cuatro tazas de café, un bolón del café de Tere y voy por mi quinto vaso con agua, que hoy traje el carro para salir un poco de la rutina de coger el bus, leerme un libro camino al trabajo y toparme con el guardia que veo todos los días y me piropea mientras le hago todas las muecas que se me ocurren. 

Pasaba para contarte que llevo ocho horas sentada en la computadora, que estoy escuchando a John Mayer y que sigo cantando la misma canción cinco veces. Sólo para que sepas que aún no termina mi día, que saliendo de aquí espero ir por un helado y conseguir algo más que un "Buenas noches", llegar a casa, prender la computadora y ponerme algo en el microondas, y de ahí lo de siempre leerme un libro antes de dormir, una ducha y algo de música. 

Todo eso, en un día tan común y corriente, y como debes de imaginarte no he parado de pensarte. A veces pienso que te sé, buenas tardes.

Y se portó mal.

Tu piel, si tu piel. Tu piel es genial, me gusta tanto que da miedo.

Creo que no soy yo cuando estoy contigo. Se siente bien esto 

¿Te puedo besar? Prometo portarme bien.

Si, te voy a besar para dejar de hablar.

Mujer

Foto de Manuel Canepa
http://www.flickr.com/photos/manucanepa/

Mujeres que no nos entienden dicen. Que no sabes como hablarme y no puedes imaginar lo que diré, pero no intento que me entiendas y menos que intentes descubrir el por que de mis reacciones espontáneas, esas que simplemente salían dejándote en silencio y a mi sin nada más que decir. No intento muchas cosas en realidad, ni que te vuelvas loco intentando acertar, es suficiente con que aceptes lo que soy y en lo que me estoy convirtiendo con cada paso que doy. 

En realidad espero que sonrías cuando sea el momento de hacerlo y que disfrutes el tiempo que pasas junto a mí, que elijas siempre lo que quieres y no intentes bajarme nada y menos un pensamiento, pero tranquilo siempre estoy dispuesta a conocerte y dejar una ventana de probabilidades. Pero que mal si no te diste cuenta de esa pequeña oportunidad que te estaba dando, de ese saludo que parecía común y corriente pero que por dentro te estaba pidiendo a gritos un poco más de atención, o cuando es hora de despedirnos y te veo o hago algo para demorar ese momento, no es que sea lenta solo intento hacer tiempo para ver si alguno de tus cinco sentidos funciona y decides reaccionar.

Que somos difíciles dicen, que nunca sabes que regalarme y me tomo mi tiempo para comer, que no me gusta la impuntualidad pero a veces me hago esperar; pues sí, si y si. Pero me gusta disfrutar de la comida y en cuanto a que regalarme no te preocupes, tienes las estrellas y la luna que se divierte ocultándose algunas noches, tienes al sol que tan sólo su presencia puede lograr que me desnude para que se divierta con mi piel y está la lluvia que no necesita un lazo o dedicatoria, ya sé que es para mi.

Que soy difícil dices, que sonrío mucho y no paro de hablar, que juego todo el tiempo y nunca se sabe que va a pasar, pues si. Pero déjame seguir siendo difícil, después de todo soy mujer ¿verdad?

Odio

¿Odio? Siempre he pensado en el significado de este sentimiento, si bien es cierto es una palabra que a mi parecer muchos la tienen en la punta de lengua; que es lo contrario a amar dicen, que puede llegar a destruir hasta la última esperanza que queda, que no ve posición económica, edad o bagaje cultural, algunos incluso dicen que sienten eso cuando se acaba el perdón. Sin embargo sigo buscando un significado, que aún después de intentar sentir este sentimiento no lo he logrado ¿Cómo puedes odiar a alguien que te hizo sonreír? Tengo esta pregunta dando vueltas en mi cabeza algún tiempo atrás, he intentado recordar las veces que estando contigo me sentí sola, me he preguntado por qué me dejaste y he pensado en cada uno de tus defectos y la verdad es que te amé en todos tus estados de ánimo, no podría odiar a alguien que me hizo muy feliz.

El juego

No te confundas, no dependo de ti. Aprendí a moverme cautelosamente desde chico, a veces provocando que sientas miedo y otras confundiéndote, sólo era cuestión de tiempo para que te des cuenta que no te quería en mi vida, quería mi espacio.

No me refiero al espacio que ocupabas en la tina o en mi cama cuando te estirabas y no me dejabas dormir, eso ahora mismo me trae sonrisas que intento disimular - hay gente alrededor - me refiero al espacio que ocupabas en mi vida, es cierto que a veces quería que ocupes todo mi tiempo, pero otras te quería lejos y sin preguntas.

Ahora formas parte de mi pasado y el presente es sólo para mí, nunca tuve la intención de compartirlo contigo, menos cuando intentabas que cambie de opinión con respecto a nosotros, te quería lejos de mi trabajo y lejos de las calles que recorría a diario, te lo dije muchas veces entre risas "Ándate", pero siempre fue en serio o eso creí hasta este momento. No es mi culpa, es tuya por entrar a mi vida tan a prisa, por escucharme y buscarme cuando no quería saber de ti. 

Lo siento si pensabas que te necesitaba que equivocada estabas, me cansé de compartir mis películas y que te comas mi pizza, me cansé de que mis amigos me preguntaran por ti, y mucho más de sentirme en la obligación de escribirte o preguntar por ti, es mi tiempo, temía no recuperarlo. Lo siento pero sólo muevo una pieza más y el juego se acaba.

No hay más movimientos, fin del juego.

 

Lo exquisito

Admiro a alguien cuando me doy cuenta que hace lo que le gusta, soy fan de las personas que sienten cada instante y lo hacen único, que dejan de hacer lo que les conviene por hacer lo que quieren. A ustedes, bravo.

Podría hablar de muchas personas que conozco y que con una cámara en mano, una regla o una calculadora hacen lo que realmente aman, eso es admirable. Pero hoy vi una fotografía que revolvió mi cabeza y trajo recuerdos por eso me atrevo a hablar de los músicos, soy fan de ellos. No siempre por sus canciones si no más bien por la energía que emanan, por la expresión que tienen y el placer que veo en su rostro cuando están haciendo lo que aman hacer. Me contagian, me provocan. 

En ese preciso momento que empiezan a cantar siento sus canciones, vivo lo que están haciendo y siento esa energía, me conecto y por supuesto bailo.

Daniel, uno de mis amigos favoritos, 
vocalista de Cadáver Exquisito,
protagonista de este escrito.

Centrifugaba - Cadáver Exquisito