26 febrero 2014

Mi sueño vuelto realidad.


Siempre fuimos soñadores, a veces demasiado ingenuos, otras reconociendo a la fantasía y otras tardando en encontrar la realidad, pero seguíamos, siempre dando pasos de gigante como si nunca fuéramos a despertar. Tú imaginando que las aves siempre volaban y que el cielo no era más que un brochazo de color y yo recordándote la realidad. Eramos soñadores, pero siempre supe despertar.


23 febrero 2014

Los besos

¿Cuántos tipos de besos hay?, tenía sólo 8 años y su curiosidad era más grande que su estatura. Le sonreí y comencé a contarlos en mi mente.

- No lo sé, le dije. Y tan pronto lo hice ella me miró con asombro. No atiné a la respuesta que esperaba.

¿Cuántos besos? ¿Cuántos hay que dar? ¿Cuándo voy a besar?, sus preguntas me asombraban y a la vez revolvían mi estómago consiguiendo algo mas que la sensación de mariposas.

- Son muchas preguntas, le dije y rápidamente frunció el ceño. Pero le di un consejo, Besa sin temor - me vió y su rostro cambió.

Tu belleza ingenua

Cada belleza tuya me parecía extrema, cada parpadeo y sonrisa que insinuabas me volvía loco. Yo y mis ganas de no quererte, y pensar todo el día en que debía dejarte ir, que egoísta, pero al verte deshacerme por completo. Yo no precisaba mas de ti, tenerte era suficiente, pero nunca lo entendiste. Siempre diste más de lo que mi mente podía soportar, muchas veces siendo ingenua y otras un tanto atrevida. Cada día que no te veo desaparece mis ganas de estar contigo, pero me he vuelto débil al ver tus cabellos despeinados sobre tus ojos y la forma tan impertinente en que los mueves. Tú nunca podrás dar otra cosa más perfecta que no seas tu.


18 febrero 2014

A carcajadas

Sé que no somos eternos, desde chica he aprendido a no aferrarme a las personas, menos a las emociones ocasionadas por esas personas y que tarde o temprano cambian, ya sea por circunstancias ocasionadas por las mismas o porque de eso depende las decisiones que debemos tomar. Cada vez encuentro mas fascinante el día a día, hoy estoy escribiendo esto, mañana puedo dejar de hacerlo. 

Hoy reconozco que no le temo a mi muerte, si llega a sorprenderme estaré lista, de eso me encargo todos los días. Cuando saludo y sonrío me encargo de ser escuchada y recordada, aún cuando suelto una carcajada, cada día me encargo de demostrar lo que soy, desplegar lo que siento y disfrutar desde el sol intenso de Guayaquil hasta cada gota de lluvia que desbordan las nubes en esta época. Cada día me encargo de disfrutarlo, cuando camino descalza -siempre me ha encantado la textura del suelo- cuando cocino mientras bailo y cuando lo beso a él.

No soy eterna, eso lo saben. Aún así creo que necesito recordárselos, para que sonrían conmigo y de vez en cuando me permitan soltar mis carcajadas que nunca son intencionadas.

17 febrero 2014

Carta

Querido universo:

No pretendo destruirte, permite que pueda respirar aire menos contaminado, prometo sembrar un árbol. No pretendo darte órdenes, no quiero sentir la furia del invierno, mucho menos el verano.
Querido, sólo pretendo ser una criatura libre de todo prejuicio, caótica e impredecible. No pretendo desaparecer entre las personas que van a prisa, quiero ser infinita y alcanzable.Mucho menos formar parte del caos, pero sí crear el mío propio, mi huracán.

PD: Devuélveme algo de lo que tomaste.

14 febrero 2014

Entre confesiones y ella.

Creía en algo y me aferraba de tal manera que lograba que otras personas también lo crean. La última vez que creí en algo, fue en papá y él murió y se llevó algo más. Así de evidente y escéptico me volví.

No creo en la mayoría de cosas que están a mi alrededor, no creo en Dios. Aún así creo en la intervención divina que siento cuando estoy junto a ti.

¿Más? No creo en el amor, pero no puedo evitar sentir tornados dentro mío y que a su vez logren bombear algo más que este órgano. No creo en las almas gemelas, pero no puedo evitar recordar como nuestros cuerpos encajan perfectamente como si se hubieran creado para acoplarse de diferentes maneras.

No creo en la bondad, pero creo en las pizzas que compartes conmigo. No creo en los demás cuando me miran, pero creo en tu rostro, en tus ojos y tu sonrisa cuando aún estas dormida. No creo en un paraíso fascinante, pero creo haber encontrado el mío cuando me recosté sobre tu cuerpo desnudo.

No creo en el mañana, pero creo que al despertar estarás para enseñarme a creer en algo más. Creo en mí, pero más si es contigo.

- ¿Y crees en mi?, preguntó ella mientras se desvanecía por el sonido de la alarma.


12 febrero 2014

Su lluvia

Tenía anteojos y una falda muy corta, casualmente usaba tacones, sus preferidos siempre fueron los negros y una chaqueta de cuero café heredada por su padre, que de vez en cuando se notaba las manchas de café que había derramado durante un largo tiempo de su vida. Tenía un arte para sonreír, siempre levantando su única ceja y cautivando a cuanto la veía hacerlo. Nunca entendí porque en días de lluvia no salía, tenía miedo mojarse o ser descubierta, pero aún así fascinaba. 



08 febrero 2014

Respondiendo a mi trabajo

El otro día alguien leyó mi escrito "Trabajando" me preguntó como pensaba eso si trabajaba mas de ocho horas al día, sonreí.
Si trabajo más de ocho horas al día, a veces pienso que exagero, pero no lo hago por dinero y creo que ahí la cosa tiene otro sentido. Trabajar horas extras por dinero puede volverme adicta a mi trabajo y querer más. Yo lo hago porque me encanta diseñar y la mayoría de veces cuando me excedo es porque estoy pintando o vectorizando y que bien se siente.

Entonces, pienso eso porque el trabajo no es mi vida, mi vida se trata de lo que trabajo. No hay nada que me llene tanto como trabajar, y que ganas de aprender más. En el momento que mi trabajo se vuelva mi vida, lo dejaré, sé cuál es mi prioridad, y mi trabajo no lo es.

Puedes ver el texto relacionado

Soñarte, verte y volver a dormir

Soñarte, verte y volver a dormir. 
Te doy un poco más de lo que he dado hasta ahora por tener esos tres deseos cumplidos mas seguido. Soñar, que fácil se ha vuelto, soñarte no tanto y no pretendo evitarlo, creo que me concentro para lograr mas en mis sueños, pero aunque me considero dueña de ellos, no siempre son a mi manera.


¿Te has dado cuenta lo grandes que se vuelven mis ojos cuando mi expresión es de asombro? Así te veo, a veces no los uso. Mi cerebro te ha grabado, que aun no estando aquí puedo voltear y verte, que exquisito. Y dormir, cuanto me encanta hacerlo, se que estarás ahí al despertar, al verte y volver a dormir.

06 febrero 2014

Mido 1.63

Quería ser neurocirujana, no entendía mucho que significaba pero me gustaba como se escuchaba; quería cambiar el mundo y pensaba hacerlo con un pincel. A veces quería ser astróloga y otras simplemente quería jugar. Mientras crecía pensaba en ser artista, vivía entre pinturas, papeles y me resultaba fácil ver las cosas y encontrarles significados. Y la música, siempre a mi manera.

Aún cada paso, cada decisión y cada sonrisa fueron causadas y en su momento disfrutadas, ahora sigo viendo al arte en todas partes, aún uso pinceles cuando no me salen las palabras y escribo cada día como si supiera lo que hago. Trabajo mas de ocho horas al día y de vez en cuando viajo. Me gusta, soy diseñadora y lo comunico todo, aún juego con niños y bailo.

Quiero seguir aprendiendo, sintiendo todo a flor de piel, encontrar belleza en lo que me rodea y representarlas a mi manera. Conocer personas y crear historias, inventar encuentros y pensar que el amor no tiene explicación. Sigo creciendo y a medida que lo hago disfruto el momento y lo hago mío. Y cuando me paro frente a un espejo me quedo perpleja, me gusta lo que veo.

Tengo 23 años, mido 1.63cm,
peso 52k y sigo creciendo

Puedes ver las fotos aquí


Trabajando

Discrepo contigo, el trabajo no lo es todo para mí.
No te confundas, me encanta. Disfruto las horas que invierto creando, imaginando y a veces leyendo para aprender más. Me incentivo. Pero si me pones a elegir entre el trabajo y mi vida, me quedo con lo que es mío. No interpretes mis cambios de ánimo o mi exceso de café, aquí, allá y a cualquier hora mi estado de ánimo da un giro y el café es algo que ya hemos discutido.

El trabajo es algo que necesito para sonreírle un poco a los días, porque me escogieron y los escogí, pero a mi vida le sonrío cuando siento la necesidad de hacerlo, que aún así me sale una sonrisa que si te fijas detenidamente parece una mueca que esta siendo distraída. Entonces ¿te atreves a hacerme elegir? mucho cuidado, soy celosa con mi tiempo y no tengo miedo de dar pasos largos y mucho menos a los cambios. Vuelve a preguntar.


Me quedo con mi vida