Cuando por fin encontró su vestido favorito,
se lo puso y se paró frente al espejo esperando que le guste lo que estaba a
punto de ver. Sintió que le faltaba el aire, aún así siguió viéndose al espejo,
con los dientes se arrancó el cuerito del dedo. Lo que estaba viendo no
era lo que esperaba, era mucho mejor, pintó sus labios de color rosa y con
tacones muy altos salió con una sonrisa que llevaría por un largo tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario