Que difícil fue dejarte ir, que difícil contener mis ganas de
gritar y de pedirte que te quedes conmigo, que las cosas iban a cambiar, tú y
yo solos en un lugar, perdiéndonos del tiempo y recolectando recuerdos. Que difícil fue verte, ver tus ojos y saber
que no los iba a ver por mucho tiempo, o ese último abrazo...no quería
soltarte, no quería separar nuestros pechos, ni dejar de apoyar mi cabeza en
tus hombros.
¿Y qué me dices de ese beso? ese último beso, que infinito
fue, que ganas de guardarlo para cuando lo quisiera usar, que ganas de
esperarlo toda una vida. Que difícil cuando sabíamos que la hora de partir llegó
y no había elección, no había opción, tenías que irte.
Que imposible es no recordar ese día, y la manera en que nos
despedíamos, nuestras sonrisas, miradas, labios, tus palabras y mis risas, que
difícil fue soltarnos las manos, y las soltamos despacio como si pudiéramos
controlar que el tiempo se espere un poquito, y esa sonrisa llena de tristeza
que no se me olvida.
Fue difícil dejarte ir, verte de lejos caminar y que tu no voltearás en ese momento, pero está pasando el tiempo, y estoy jugando con mis recuerdos, esperando que voltees y te des cuenta que sigo aquí parada donde me dejaste y que no tengo mejor lugar a donde ir.
Fue difícil dejarte ir, verte de lejos caminar y que tu no voltearás en ese momento, pero está pasando el tiempo, y estoy jugando con mis recuerdos, esperando que voltees y te des cuenta que sigo aquí parada donde me dejaste y que no tengo mejor lugar a donde ir.
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