Cuando la tocaba creaba una sensación que le provocaba gritar, sentía sus latidos y sólo a veces cerraba los ojos para imaginar un poco mas. Mordía sus labios y sacaba su lengua para verlo sonreír, hablaba despacio y mordía su oreja para no dejarlo escapar, sonreía y él la amaba mas, besaba sus pecas y algo más.
Desde entonces no ha dejado que otro hombre la toque y la idea la aterra, tiene miedo que no entiendan su cuerpo, pero más le teme a ser olvidada.
De seguro y estas cosas tienen dedicatoria
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