Me preguntan sobre él, quieren saber quien me hace sonreír y
a quien espero todas las mañanas, el que lleva los apodos de: guapito, bonito;
al que llamo Carlitos y hablo de él, que se enteren todos que Carlitos dibuja
sonrisas en mis labios, que cuando despierto reviso mi celular para saber a que
hora llegó a casa anoche, el de los dulces en las noches, el de los paseos
largos sin sentido. Carlitos el que me canta cuando no quiero escucharlo hablar
y me lleva a cualquier otra parte, donde hay cosas mejores para los dos.
No se trata de un nombre, de un sí o no, menos de una razón
para verlo, con él las cosas son diferentes, se trata de las excusas, de la
forma de encontrarnos, de las miradas cruzadas en los pasillos y los mensajes
que nos hacen inalcanzables. Se trata de escribir cuando quieres, de llamarlo
si extrañas su voz, de sonreírle para que no olvide verte de nuevo, de dejar
que te lleve en su auto donde él quiera, que no importe el resto, de ir a
cualquier otra parte.
Carlitos, se trata de mover cada uno de tus sentidos, de
llamarlo porque no tuviste mejor opción, de caminar sentido contrario cuando no
quieres verlo, se trata de no enamorarte y dejar que se vaya cuando sea el
momento. Pero si logra acelerar tu corazón mas de la cuenta, deja de ser Carlitos
y mejor es ir a caminar. Que no te controle, que no te enamore, que no te
espere, o simplemente Carlitos desaparece, y no queremos eso, en estos momentos
Carlitos me hace cantarle al oído solo porque sí y en estos momentos es lo
único que me interesa hacer.
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