11 junio 2012

Marea

No sabía que tenía que venir al mundo, no sabía que su nombre ya había sido escogido aún sin que la conocieran, que ya se la había soñado corriendo por un abrazo y jugando con el viento.

No sabía que era deseada, que esperaban conocerla y que sus apellidos se estaban encontrando, como todo lo que empieza con un sueño y acaba con un despertar. No sabía que sería difícil venir al mundo, que tendría que esperar que dos personas tomaran decisiones y que ni siquiera tenía la oportunidad de luchar.

Tiene que esperar que estas dos personas decidan traerla al mundo, decidan amarla lo suficiente como para lograr que ella los conozca y los ame.

Marea, así se llama.

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