Hablemos sobre la amistad, hablemos sobre mis amigas y lo bien que nos la pasamos juntas, de lo corto que se hacen las horas cuando nos ponemos a charlar y lo divertido que nos parece aún ponernos a caminar, hablemos de la ropa que compartimos, de las duchas inesperadas antes salir, de los viajes que hicimos y las idas a la tienda de la esquina o déjame hablarte de los días de películas o las tardes de piscina, de lo bien que se siente tenerlas dentro de mi vida y de lo difícil que es reemplazarlas. Déjame contarte lo diferente que son, las mil y un formas que tienen para llamarme y lo que intento hacer para verlas reír, como escribir sobre ellas.
Te cuento sobre la mayor, que es la mas chica, suena redundante pero es así, sobre su nombre y lo divertido que es y sus ojos grandes que nos hace sonreír a todos cuando hace expresiones exageradas, te cuento sobre su manera de caminar, y sobre como hace la boca cuando se enoja, de las tardes que pasábamos cantando canciones de Bunbury o Manolo García y las veces que caminamos horas solo por tomar algunas fotos o conseguir algo a menor precio.
Te cuento sobre la otra, y lo divertida que es, de las noches que entrábamos en puntitas a su casa para que nadie despierte, ella es la que siempre llevaba la música cuando nos íbamos de viaje, la que siempre se viste bien, la del cabello largo y bonito, te cuento de los chocolates que comía a diario y de como asaltábamos su refrigeradora y preparábamos comida en su casa.
Te cuento sobre la mas cariñosa, la que nos engríe a todas, la que escribe mensajitos y espera el momento indicado para enviárnoslos, la de los detalles y la de las bromas, te cuento sobre lo bien que trabajábamos juntas y lo rápida que es para escribir, sobre su sonrisa bonita y lo fácil que es quererla.
Te cuento sobre mí y lo bien que me hacen ellas.
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