Es difícil hablar cuando nuestros cuerpos lo están haciendo sin palabras, cuando tus ojos se dilatan mientras se fijan en mí y tus manos corren por mis piernas y se detienen donde quieren estar. Quedémonos en silencio y dejemos que nuestra piel sienta y haga lo que tiene que hacer, que tus dedos se enreden entre mis cabellos y nuestros pies imaginen que caminan juntos, quedémonos en silencio para escuchar el movimiento de nuestros cuerpos, para que se escuche mi respiración y tus suspiros.
Dejemos de hablar y quedémonos en silencio para que nuestros labios se muevan sin parar y mis cabellos caigan sobre tus hombros, no hablemos que quiero escucharte, que quiero que escuches lo que mi cuerpo siente y quiero que disfrutes de mi silencio. Empecemos de nuevo y procuremos no terminar.
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