08 marzo 2013

Te voy a besar y te va agustar

Estoy pensando que es una señal el brillo en tus ojos, la forma exacta en que puedo reflejarme y el tiempo preciso en que me toma quedarme quieta para verte, solo porque sí, solo porque en ese momento siento que te conozco un poco más y me dejo conocer.

Tengo que imaginar, que el mismo Dios nos creó en diferentes moldes, pero ajustables, que nos puso juntos cuando aún estaba perfeccionando el acabado y que nos dejó ahí, justo de lado. Es la único que se me ocurre para que nuestros ojos se alineen perfectamente cuando nos vemos, y nuestros labios se encuentren y sepan como reaccionar. Tengo que especular y no exagero cuando te digo que te extraño de aquí hasta donde estés en este mismo momento, pero todo esto es lo que vuelve un remolino mi cabeza y me hace recordar porque sigo aquí escribiendo esto, cuando ni siquiera lo vas a leer.

Y cuando ya no sientas deseos de verme, y tu dispersa cabeza te cree conflictos, me quedaré a una distancia prudente y te diré: te voy a besar y te va a gustar. 
Porque me encanta cuando me besas, porque me encantas mientras me besas y porque te va a gustar.



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