A mi pídeme lo que quieras, menos mi libertad. Te puedo dar mi tiempo y espacio, mis colores y sabores. Puedo dibujarte sonrisas, crearte dependencia, cocinarte cuando me lo pidas y caminar a tu lado, pero no me pidas mi libertad.
No me pidas jamás lo que no voy a dar.
uuuu tia, bien eh. que nunca nos pidas la libertad.
ResponderEliminar