Seguimos luchando
Lo único que alcancé a escuchar fue el grito desgarrador de mi hermana "Dios ya no puedo más", en ese momento me entró un escalofrío paralizan mis piernas. No quería entrar en la habitación, de lejos se percibía la angustia. Aturdida por la noticia que ya sabía iba a recibir, entré y vi a mi hermana en el piso, me eché a llorar ¿es mamá verdad?
Ambas nos miramos y por un instante hubo paz.
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Seguimos luchando |
Me encanta!
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