01 octubre 2013

La cuarta

La primera vez que me viste fue atravesando el teatro, supongo que fue algo mágico y confuso, o simplemente me viste. No todos los comienzos son memorables, ni los finales recordables; pero si sé que cuando hablamos no podías dejar de verme, no era yo ni el tema de conversación, me esquivabas con la mirada, creo que fue mi voz.

La segunda vez asumo que fue como la primera, entre deslumbrante y rutinario, no todas las historias son grandes historias, pero sé que cuando sonreí no podías dejar de imaginarme. Creo que no te sentías a gusto conmigo, pero no dejabas de hacerme sonreír. Te fuiste, no era yo ni mi sonrisa, creo que era mi voz.

La tercera no la recuerdo, pero hasta hoy nos vemos, a veces coincidimos, otras sólo soñamos, una vez, otra y mi voz.

6 comentarios: