29 noviembre 2014

Lo que otros no se atreven a decir.

Cualquiera en tu lugar se hubiera aprovechado de esto, me hubiera visto y levantando la voz hubiera provocado que lo desee.

Cualquiera ya hubiera atravesado esta ciudad que no se decide que clima dar y hubiera venido en busca de mi, a llevarme sin culpa y sin ropa, para ir por algo nuevo que usar. 

Cualquiera hubiera escrito en todos los papeles posibles las mil y un cosas que le hago sentir, hubiera terminado en las paredes y hubiera hablado a todas sus pinturas de mi. 

Cualquiera daría un poco más de su tiempo para provocarme reír para dejar que le demuestre todo lo que puedo llegar a dar, para ayudarlo a olvidar.

Cualquiera me hubiera enamorado con una canción sin letra y una voz sin un tema que cantar, pero no eres cualquiera ni harías esas cosas que otros han hecho por mí, pero me enamoré, porque eres capaz de hacer, lo que otros no se atreven a decir.

Renuncio


Nunca he renunciado a hacer lo que me gusta, he renunciado a hacer lo que otros quieren que haga. Soy diseñadora gráfica, comunicadora visual, escribo como si no supiera otra manera de hacer sentir un poco más y pinto, pinto con dedos, uñas, pincel y un poco más.

No pretendo que acepten mi estilo al ilustrar, menos el lay out que uso o que entiendan que mis tipografías favoritas son BEBAS y HELVÉTICA, tampoco intento que me permitan ser minimalista, mucho menos que dejen que use el dedo en vez del mouse, por eso renuncio, porque no pretendo quedarme en un lugar donde deba renunciar a mi manera de trabajar.

23 noviembre 2014

Se apagó Luz

Fue un zarpazo lo que dejó al doblar la esquina, no tenía mas nada que hacer en ese lugar, el hombre del que se había enamorado lo había perdido para siempre, y es que nunca se fue, sólo dejó de ser el Carlos que había enamorado a Luz.

Portazos y mas gritos se escuchaban de lejos, reclamos que Luz sacaba a relucir, mientras que Carlos sólo presumía de todo lo que ella había conseguido junto a él. Infamia le repetía en mi cabeza, cobarde pensaba sin poder hablar. 

"No eres tú, soy yo" se repetían uno al otro, "No hay vuelta atrás, no hay solución" se reclamaban sin parar, y esto escuchaba a diario en el café, por la tarde y aún mientras recogía los platos de la cena. 

Nunca entendí la manera obsoleta en la que él amaba, ni el amor desmedido que ella sentía, pero si entendía algo, Carlos se había marchado para siempre y ella debía entender eso. Y la dejó.

Luz estaba frente a mi, forzando una sonrisa, fingiendo que no quería dejar caer las lágrimas que Carlos le había dejado de recuerdo, me quedé junto a ella, porque a pesar de creer que lo había perdido todo, yo sabía lo que tenía, más porque Luz podía brillar en todo lugar, a pesar que Carlos la apagó.

21 noviembre 2014

Brazos

Muchas cosas y mucho a la vez,
y todo pájaro necesita una rama,
y yo tengo sus brazos y sus labios,
y él me tiene a mi y a mis abrazos.

19 noviembre 2014

Y yo no disimulo

La tinta de su piel, en diferentes partes de su cuerpo, aún, ni toda esa tinta era comprable a la sonrisa que se le tatúa cuando me mira.

17 noviembre 2014

Que te inmortalizo, te digo.


Ya casi 3 cumpleaños que llevo contigo, no se me había ocurrido. Nunca se me ha dado eso de contar meses y dar cosas porque se deberían dar, las doy porque las hay.

Ya casi menos de 3 cumpleaños que te escribo y desde que te conozco no he parado de darle cuerda a mi memoria y ponerte en una hoja, para leerte y para que te leas.

Ya casi un poco mas de 3 cortes de cabello que te sonrío, 
no he vuelto a cortarlo desde que me dejé el fleco crecer, 
pero me miras igual con o sin él.

Espero llegar a más de 30 cumpleaños y que soples velas de las tortas que te voy a preparar, que sigas sonriendo con cada corte de cabello que lleve y verte cada mañana para no parar de andar a esta cabeza que no deja de hallarte.

No tengo idea de donde estaremos mañana, ni como me voy a peinar, pero cariño, cuando alguien te escribe, te vuelves inmortal.

12 noviembre 2014

11 noviembre 2014

En mis zapatos

No me atrevo a juzgar por lo que crean o dejen de creer, 
que he aprendido que ojos que ven y todo se lo siente.

No me atrevo siquiera a ponerme los zapatos de otro, 
me quedo con la idea, asiento mi cabeza y sigan.

No me atrevo a dejar de equivocarme ni de cometer errores, 
menos con esa idea de sumarle un error más al primero que cometí.

No me atrevo a darme por vencida, aprendí a andar,
me atrevo a luchar porque sé lo que quiero y a quienes.



Zapatillas mejor