Perdí la cuenta,
no se exactamente cuántas pecas llevas,
ni la medida de tu clavícula,
no sé cómo escribirte sin profanarte,
no por falta de fe, sino por exceso,
pero lo intentaré.
Porque aprender de ti es un privilegio
en cualquier aspecto de la vida
Porque me creía diferente y llegas tu,
tú con todo de la mano y te instalas en mi,
y por favor, quédate ahí, porque desde ti
NUNCA MÁS BAILO SOLA.