Sé que no somos eternos, desde chica he aprendido a no aferrarme a las personas, menos a las emociones ocasionadas por esas personas y que tarde o temprano cambian, ya sea por circunstancias ocasionadas por las mismas o porque de eso depende las decisiones que debemos tomar. Cada vez encuentro mas fascinante el día a día, hoy estoy escribiendo esto, mañana puedo dejar de hacerlo.
Hoy reconozco que no le temo a mi muerte, si llega a sorprenderme estaré lista, de eso me encargo todos los días. Cuando saludo y sonrío me encargo de ser escuchada y recordada, aún cuando suelto una carcajada, cada día me encargo de demostrar lo que soy, desplegar lo que siento y disfrutar desde el sol intenso de Guayaquil hasta cada gota de lluvia que desbordan las nubes en esta época. Cada día me encargo de disfrutarlo, cuando camino descalza -siempre me ha encantado la textura del suelo- cuando cocino mientras bailo y cuando lo beso a él.
No soy eterna, eso lo saben. Aún así creo que necesito recordárselos, para que sonrían conmigo y de vez en cuando me permitan soltar mis carcajadas que nunca son intencionadas.
ME gustaría conocerte y te dejaría sonreir todo el tiempo. Creo que estaba esperando que escribas algo.
ResponderEliminarUn saludo desde Mexico.
Como siempre tan precisa en tus escritos
ResponderEliminarme encantas te dejaría reír todo el tiempo
ResponderEliminarA reír gente. Gracias por sus comentarios.
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