Creía en algo y me aferraba de tal manera que lograba que otras personas también lo crean. La última vez que creí en algo, fue en papá y él murió y se llevó algo más. Así de evidente y escéptico me volví.
No creo en la mayoría de cosas que están a mi alrededor, no creo en Dios. Aún así creo en la intervención divina que siento cuando estoy junto a ti.
¿Más? No creo en el amor, pero no puedo evitar sentir tornados dentro mío y que a su vez logren bombear algo más que este órgano. No creo en las almas gemelas, pero no puedo evitar recordar como nuestros cuerpos encajan perfectamente como si se hubieran creado para acoplarse de diferentes maneras.
No creo en la bondad, pero creo en las pizzas que compartes conmigo. No creo en los demás cuando me miran, pero creo en tu rostro, en tus ojos y tu sonrisa cuando aún estas dormida. No creo en un paraíso fascinante, pero creo haber encontrado el mío cuando me recosté sobre tu cuerpo desnudo.
No creo en el mañana, pero creo que al despertar estarás para enseñarme a creer en algo más. Creo en mí, pero más si es contigo.
- ¿Y crees en mi?, preguntó ella mientras se desvanecía por el sonido de la alarma.
woo bien, que buen texto beba
ResponderEliminarme encanta, espero haberlo entendi. Pero está genial!
ResponderEliminarque buen texto beba, como siempre
ResponderEliminarQue hermoso texto beba, te pasaste.
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