17 diciembre 2013

Sus brazos

Una vez tomé una fotografía mientras conversábamos de algo sin tanta importancia, luego un par de besos y abrazos. Soy de la idea que una fotografía congela un momento para siempre, y que de cierta manera congela el presente. Ese día después de muchas sonrisas él me abrazó. Mi mundo se detuvo.

Puede que una fotografía congele el momento, pero un abrazo detiene el tiempo y tengo miedo no tener mi máquina para detener el tiempo cuando no tiene otro afán que pasar a prisa pisándome  y dejándome sola. Hoy, sin miedo puedo decir que sus brazos fueron el mejor lugar para huir de todo, incluso de mi.


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